Peregrinos, somos tierra

Edwin Sandoval 1

CÁRITAS América Latina y el Caribe y el Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño – CELAM, trabajan en la ciudad de Bogotá del 1 al 3 de abril del 2025 por la generación de propuestas para consolidar un plan colaborativo y de incidencia, para que las propuestas de la iglesia tengan una influencia real en la agenda de soluciones de la crisis socioambiental.

Interés que surge a partir de la experiencia acumulada por las diferentes organizaciones eclesiales presentes en la COP 28 Dubái, COP 29 Azerbaiyán y la COP 16 en Cali, Colombia. Todo esto confluye en un trabajo que viene desarrollándose desde el pasado 5 de diciembre por la CNBB2 , el CELAM, Cáritas Internationalis, el SELACC3, Cáritas Colombia y Cáritas Brasil, organizaciones que reafirman el compromiso de caminar sinodalmente hacia la COP 30.

El fortalecimiento de la voz eclesial en estos espacios de negociación se estructura mediante la formación y la circulación de saberes, se buscan generar una reflexión ética entorno al análisis socioambiental, para crear herramientas de incidencia política y así fortalecer las ideas de la iglesia en defensa de Casa Común. 

Como objetivo central las diferentes organizaciones presentes en el taller Peregrinos de Esperanza rumbo a la COP 30, tras los diferentes consensos, estructuraron un mensaje claro a través de un documento de posición regional de esta gran RED de Esperanza, consolidando un marco de acción común donde la declaración de la iglesia regional este encaminada a apoyar los intereses del sur global en materia de justicia socioambiental y climática.

Éste llamado por la justicia climática y la defensa de la Casa Común, se ha centrado en entender que la crisis climática es también una crisis de valores, así, las soluciones ecológicas deben fundamentarse siempre en la equidad, la responsabilidad común y la dignidad humana; bases que complementan aquella interpretación de los modelos de desarrollo extractivistas y las consecuencias de la explotación que son vividas por los pueblos de toda América Latina. 

En consecuencia y fidelidad con la Doctrina Social de la Iglesia, los diferentes grupos de trabajo en las mesas de discusión y desarrollo que se establecieron durante estos tres días de trabajo conjunto, plantearon que las soluciones que se buscan en las Conferencias de las Partes no deben limitarse únicamente a aspectos técnicos y financieros, sino que estas deben garantizar los derechos de los pueblos indígenas, campesinos, raizales y comunidades marginales, a través de un dialogo horizontal e intergeneracional teniendo presente el futuro, con la premisa de un planeta habitable para todos.

Durante el encuentro a partir de estos principios se gestan una serie de compromisos y responsabilidades adquiridas para hacer realidad este dialogo de conversión ecológica y hacer posible mediante la sinodalidad la construcción de un Camino a la Esperanza, rumbo a la COP 30. 

Rechazar la mercantilización de la naturaleza, fortalecer estrategias locales de seguridad alimentaria y soberanía hídrica, impulsar modelos de agroecología y desarrollo comunitario, implementar programas educativos sobre el cuidado de la Casa Común e invertir en la construcción de un modelo comunicativo solido para promover estas narrativas de esperanza y acción colectiva son algunos de los compromisos que se han pactado en la construcción de este documento regional. 

Con ellos también se busca hacer un llamado a la acción colectiva, alentando el reconocimiento de la deuda ecología que tienen los países del norte global y su responsabilidad frente a la crisis climática y la protección de los pueblos originarios y comunidades vulnerables, reconociendo la importancia que estas tienen en la preservación del territorio; así las iglesias de América Latina y del Caribe construyen un camino de conversión ecológica; idea que toma fuerza con las palabras del sumo pontífice en su encíclica “LAUDATO SI”

“Sabemos que es insostenible el comportamiento de aquellos que consumen y destruyen más y más, mientras otros todavía no pueden vivir de acuerdo con su dignidad humana.” 

Líneas de orientación y acción donde se destacan las propuestas para el trabajo con la comunidad y la formación en territorio permiten la consolidación de una visión ética y ecuménica que hace posible conocer los modos de vida tradicionales en las comunidades de los territorios Latinoamericanos estableciendo estas anheladas redes de solidaridad para defender la Casa Común.

Por ello el papel de la iglesia en su misión profética también incluye luchar contra el discurso de desarrollo oficial que prevalece en los espacios de negociación de las Conferencias de las Partes (COP), pensando siempre alternativas que den valor a las demandas de la sociedad civil desde la defensa de los derechos humanos y la fraternidad. 

En la búsqueda del Fortalecimiento en los procesos de transformación medioambiental, es la verdadera iglesia la que ejecutará un sólido trabajo en red para realizar un llamado a qué la dignidad y la fraternidad y los derechos de los pueblos sean ejes fundamentales en estos espacios políticos. Pensar en un futuro mejor, nos permite movilizar a nuestras comunidades para amplificar sus voces en la exigencia de Justicia Social y Climática. 

“El clamor de la tierra es también el clamor de los pobres” (Laudato Sí,49)

Edwin Sandoval1: Comunicador Social, periodista, realizador audiovisual con énfasis en producción sonora de Grupo COMUNICARTE, Colombia.
CNNBl2: Conferencia Nacional de Obispos de Brasil.
SELACCl3 : Secretariado Latinoamericano y del Caribe de Caritas. 


Peregrinos, somos tierra

Edwin Sandoval 1

CÁRITAS América Latina y el Caribe y el Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño – CELAM, trabajan en la ciudad de Bogotá del 1 al 3 de abril del 2025 por la generación de propuestas para consolidar un plan colaborativo y de incidencia, para que las propuestas de la iglesia tengan una influencia real en la agenda de soluciones de la crisis socioambiental.

Interés que surge a partir de la experiencia acumulada por las diferentes organizaciones eclesiales presentes en la COP 28 Dubái, COP 29 Azerbaiyán y la COP 16 en Cali, Colombia. Todo esto confluye en un trabajo que viene desarrollándose desde el pasado 5 de diciembre por la CNBB2 , el CELAM, Cáritas Internationalis, el SELACC3, Cáritas Colombia y Cáritas Brasil, organizaciones que reafirman el compromiso de caminar sinodalmente hacia la COP 30.

El fortalecimiento de la voz eclesial en estos espacios de negociación se estructura mediante la formación y la circulación de saberes, se buscan generar una reflexión ética entorno al análisis socioambiental, para crear herramientas de incidencia política y así fortalecer las ideas de la iglesia en defensa de Casa Común. 

Como objetivo central las diferentes organizaciones presentes en el taller Peregrinos de Esperanza rumbo a la COP 30, tras los diferentes consensos, estructuraron un mensaje claro a través de un documento de posición regional de esta gran RED de Esperanza, consolidando un marco de acción común donde la declaración de la iglesia regional este encaminada a apoyar los intereses del sur global en materia de justicia socioambiental y climática.

Éste llamado por la justicia climática y la defensa de la Casa Común, se ha centrado en entender que la crisis climática es también una crisis de valores, así, las soluciones ecológicas deben fundamentarse siempre en la equidad, la responsabilidad común y la dignidad humana; bases que complementan aquella interpretación de los modelos de desarrollo extractivistas y las consecuencias de la explotación que son vividas por los pueblos de toda América Latina. 

En consecuencia y fidelidad con la Doctrina Social de la Iglesia, los diferentes grupos de trabajo en las mesas de discusión y desarrollo que se establecieron durante estos tres días de trabajo conjunto, plantearon que las soluciones que se buscan en las Conferencias de las Partes no deben limitarse únicamente a aspectos técnicos y financieros, sino que estas deben garantizar los derechos de los pueblos indígenas, campesinos, raizales y comunidades marginales, a través de un dialogo horizontal e intergeneracional teniendo presente el futuro, con la premisa de un planeta habitable para todos.

Durante el encuentro a partir de estos principios se gestan una serie de compromisos y responsabilidades adquiridas para hacer realidad este dialogo de conversión ecológica y hacer posible mediante la sinodalidad la construcción de un Camino a la Esperanza, rumbo a la COP 30. 

Rechazar la mercantilización de la naturaleza, fortalecer estrategias locales de seguridad alimentaria y soberanía hídrica, impulsar modelos de agroecología y desarrollo comunitario, implementar programas educativos sobre el cuidado de la Casa Común e invertir en la construcción de un modelo comunicativo solido para promover estas narrativas de esperanza y acción colectiva son algunos de los compromisos que se han pactado en la construcción de este documento regional. 

Con ellos también se busca hacer un llamado a la acción colectiva, alentando el reconocimiento de la deuda ecología que tienen los países del norte global y su responsabilidad frente a la crisis climática y la protección de los pueblos originarios y comunidades vulnerables, reconociendo la importancia que estas tienen en la preservación del territorio; así las iglesias de América Latina y del Caribe construyen un camino de conversión ecológica; idea que toma fuerza con las palabras del sumo pontífice en su encíclica “LAUDATO SI”

“Sabemos que es insostenible el comportamiento de aquellos que consumen y destruyen más y más, mientras otros todavía no pueden vivir de acuerdo con su dignidad humana.” 

Líneas de orientación y acción donde se destacan las propuestas para el trabajo con la comunidad y la formación en territorio permiten la consolidación de una visión ética y ecuménica que hace posible conocer los modos de vida tradicionales en las comunidades de los territorios Latinoamericanos estableciendo estas anheladas redes de solidaridad para defender la Casa Común.

Por ello el papel de la iglesia en su misión profética también incluye luchar contra el discurso de desarrollo oficial que prevalece en los espacios de negociación de las Conferencias de las Partes (COP), pensando siempre alternativas que den valor a las demandas de la sociedad civil desde la defensa de los derechos humanos y la fraternidad. 

En la búsqueda del Fortalecimiento en los procesos de transformación medioambiental, es la verdadera iglesia la que ejecutará un sólido trabajo en red para realizar un llamado a qué la dignidad y la fraternidad y los derechos de los pueblos sean ejes fundamentales en estos espacios políticos. Pensar en un futuro mejor, nos permite movilizar a nuestras comunidades para amplificar sus voces en la exigencia de Justicia Social y Climática. 

“El clamor de la tierra es también el clamor de los pobres” (Laudato Sí,49)

Edwin Sandoval1: Comunicador Social, periodista, realizador audiovisual con énfasis en producción sonora de Grupo COMUNICARTE, Colombia.
CNNBl2: Conferencia Nacional de Obispos de Brasil.
SELACCl3 : Secretariado Latinoamericano y del Caribe de Caritas. 


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